La vuelta al trabajo después de las vacaciones afecta a muchos adultos: el insomnio, el estrés, la depresión, son algunos de los síntomas más comunes de quienes lo padecen. Pero, también entre los niños y los jóvenes cada vez es más habitual el estrés postvacacional
El primer paso es saber reconocerlo, en este sentido los síntomas que se presentan no son muy distintos de los que se pueden apreciar el un adulto.
En las jornadas anteriores a la vuelta a clase pero, sobre todo, cuando el colegio ha comenzado: las dificultades para dormir, el estrés, la falta repentina de apetito o la apatía son comunes y si aparecen cuando la vuelta a clase se acerca pueden implicar que el niño sufre de estrés postvacacional.
Sería importante a partir de ahí saber el motivo por el que ello lo produce, puede deberse a un cambio muy repentino de una rutina con horarios demasiado estrictos tras un periodo largo de relajación. Comenzar con el proceso de adaptación los días anteriores, ajustando los horarios, implicar al niño en la compra de libros y material escolar y hacer una pequeña visita a su profesor en el centro escolar antes de que comiencen las clases son pequeños pasos que pueden ayudar.
Lo más importante es mantener una comunicación activa con el pequeño para que pueda expresas sus miedos y sensaciones con respecto al nuevo curso escolar: asignaturas nuevas, profesores, nuevos compañeros... para que la vuelta a clase sea lo más natural posible.
Y, sin olvidar tampoco que detrás del estrés postvacacional se podría encontrar también miedo al Bullying.
Los 5 consejos para ayudar a los niños a manejar este período
- Mantén una comunicación abierta: Habla con tus hijos sobre cómo se sienten acerca de regresar a la escuela después de las vacaciones. Anima a expresar sus emociones y preocupaciones y bríndales apoyo emocional. Escucha activamente sus inquietudes y valida sus sentimientos para que se sientan comprendidos y aceptados.
- Establece una rutina: La vuelta a la rutina escolar puede ser menos estresante si los niños tienen una rutina clara y predecible. Establece horarios regulares para despertarse, comer, hacer la tarea y dormir. La estructura proporcionada por una rutina familiar puede ayudar a los niños a sentirse seguros y seguros.
- Fomenta el optimismo y la positividad: Ayuda a tus hijos a adoptar una actitud positiva hacia el regreso a la escuela. Habla sobre las cosas emocionantes que pueden esperar, como reencontrarse con amigos, aprender nuevas materias y participar en actividades extracurriculares. Fomenta el optimismo y la anticipación de experiencias positivas para contrarrestar el estrés postvacacional.
- Prepara el regreso con anticipación: Ayuda a tus hijos a prepararse para el regreso a la escuela con anticipación. Esto puede incluir la compra de útiles escolares, la organización del espacio de estudio y la planificación de actividades extracurriculares. Involucra a tus hijos en el proceso para que se sientan más preparados y motivados para volver a la escuela.
- Crea momentos especiales después de la escuela: Después de un día escolar agotador, crea momentos especiales para que tus hijos se relajen y disfruten en casa. Esto podría incluir actividades divertidas en familia, tiempo al aire libre, o simplemente relajarse juntos viendo una película o leyendo un libro. Proporcionar momentos de conexión y diversión después de la escuela puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad.
