Se habla de formación empresas cuando se trata de la capacitación de los empleados en su medio laboral, con objeto de hacerlos más productivo y mejorar su capacidad para enfrentar nuevos retos.
Desde antes de la pandemia de Covid-19, el mundo laboral viene sufriendo grandes transformaciones, que naturalmente afectan a los trabajadores. Ya no es posible o viable aquel empleado que recibía un entrenamiento inicial y apenas aprendía algunas cosas más el resto de su vida laboral.
Aspectos como la revolución digital, los cambios tecnológicos, la globalización de los mercados y el e-commerce, están obligando a las empresas a capacitar a su personal y a fortalecerlos en áreas como el dominio del inglés, la informática y las llamadas soft skills.
El inglés y la formación empresas
La importancia del inglés en el mundo laboral no es una novedad, pero su uso se ha potenciado notablemente con el auge del comercio electrónico, y con la intensificación de las relaciones comerciales en el mundo, especialmente con otras naciones de la Unión Europea, con Estados Unidos y China.
El inglés es notablemente importante en las negociaciones y distintos trámites que se realizan con naciones asiáticas, como Corea del Sur, China, Japón y Vietnam.
Fortalecer el conocimiento de este idioma entre los empleados para mantenerse al tanto de lo que sucede en los mercados y ser competitivos es fundamental.
La informática llegó para quedarse
El papel de la informática, que comenzó a jugar un papel determinante durante la última década del siglo pasado, se ha vuelto fundamental desde el boom del teletrabajo causado por la pandemia, por el papel cada vez más relevante del comercio electrónico y por la llegada de la llamada Cuarta Revolución Industrial (Industria 4.0).
Fortalecer la formación informática de los empleados, en aspectos como el manejo de programas y aplicaciones, el uso inteligente de las redes sociales, y en la interacción con máquinas y fábricas inteligentes, es esencial si se quiere mantener una empresa competitiva y lista para enfrentar nuevos desafíos.
Las soft skills
Las soft skills son las habilidades emocionales e interpersonales que los empleados deben poseer para mantener un buen ambiente de trabajo, enfrentar cambios y desafíos e interactuar con clientes y proveedores.
Estas “habilidades blandas” no se enseñan en ninguna academia, aunque sí hay consultorías y profesionales que pueden entrenar al personal para desarrollar aquellas que estén relacionadas con los objetivos de cada empresa.
Son soft skills la capacidad para trabajar en equipo, para comunicar ideas y directrices, para comunicarse bien en varios idiomas (algo que va más allá del dominio de la lengua); la flexibilidad, para hacer tareas distintas y asumir nuevos retos; el desarrollo del pensamiento crítico y del pensamiento creativo; el manejo del estrés y la resiliencia, es decir, la capacidad para adaptarse a la presión y a los constantes cambios.